jueves, agosto 25, 2005

ENAMORARME


Para Zaira y su Vaquero

Llevo ya dos años de estar deseando enamorarme, de una flor, de un perro, de una canción, cualquier cosa (no importa que no se mueva). Hubo un año entero en que permanecí sujeta a ese estado mágico. Ayer lo recordé.
Mis oídos zumbaban y me sudaban los ojos al pasar cerca de él. A veces, cuando la manía estaba a mi favor, osaba esconderme en la esquina de enfrente para espiarlo. Sí, era hermoso, altísimo, corpulento pero grácil, piel de bronce, melena abundante y desparpajada en la que bien podían anidar miles de pájaros... y esa mirada, ¡ah!, esa mirada siempre en alto como buscando extirparle al cielo más luz de la que ya él podía contener.
Día tras día me invitaba a abrazarle, y yo,día a día, me obligaba a decir: quizá mañana.
Así, entre sueños verdes enamorados, entre saltos cardiovasculares, frente a miradas resplandecientes, los días fueron echándose al pasado hasta que una tarde de septiembre, justo cuando el otoño comenzaba a dar señales, no lo vi más.
Bajé del auto y caminé hacia donde siempre estuvo. Las piernas se me doblaron y caí de rodillas, sólo para quedarme ahí, contemplando sus raíces secas y amontonadas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ANNA, está genial el texto, sencillamente genial. Un abrazo, PLK

sedienta de humedales dijo...

gracias, Pato. Espero que esta sequía haya tocado fondo...
Abraxos,

Zaira Eliette Espinosa dijo...

Anna, así, precisamente así me siento ahora que llega el otoño después de que el amor llegó arrasando con todo lo que mi piel podía sentir. Sin explicarte me entiendes, me traduces en tu lengua de mariposas y arcoris...
Un abrazote, tq.

Dulce M González dijo...

Qué hermoso texto. Ahora mismo bajo a abrazar al mío (¿mío?). Besos.

Anónimo dijo...

tenemos eso en comùn, el amor x esos entes gràciles, fuertes que aguantan huracanes y los que no, se levantan de nuevo (verdad, emily?)
besos
angelica A. K.