viernes, marzo 10, 2006

ESTAR ALLÁ


Malena, mi amiga, al fin dio a luz a su novela "El fantasma del Foresta".
El martes pasado partió rumbo a Santiago para presentarla por primera vez allá. Qué ganas tan enormes de estar con ella ahora, compartiendo esos momentos tan intensos comparados sólo con el alumbramiento de un hijo.
Me vienen en tropel los tibios recuerdos de nuestra estancia en Chile, en noviembre pasado... Allá la cultura se vive desde otros linderos, pudiera decir que es más amable la forma en que acogen nuestro trabajo, el respeto, sobre todo hacia la literatura, el permiso de ser más libres y por lo tanto, más pasionales.

Ahora estoy escribiendo un libro de poemas en prosa gracias a una beca. Debo confesar que se me van las vísceras en cada línea. No es nada fácil hablar de un espejo, sobre todo cuando está empañado de denso vapor acumulado.

Sí, la realidad va venciendo poco a poco a los sueños. La tierra nos avisa que es a ella a quienes debemos volver tarde o temprano. Cada vez voy sintiendo más lodo en los zapatos. Pesan. En ocasiones demasiado. Mi mirada hoy está muy dentro, en sitios interiores que jamás imaginé existieran.

No avanzo. Cómo quisiera estar allá...