Los humedales son pequeños oasis en el desierto, milagros terreacuáticos donde se gestan universos tangibles e intangibles, grandes y pequeños, creíbles o increíbles...
jueves, enero 18, 2007
ENTREVISTA
25 Instantáneas de Anna Kullick Lackner o Entre la inflancia, la alcoholescencia y la dorada chupentud / Héctor Alvarado Díaz
1)¿Sospechas de alguien?
De mí misma. Me persigo todo el tiempo. Soy una auto-detective profesional. A veces me pierdo, pero sólo por unos momentos. Siempre me vuelvo a atrapar.
2)Si pudieras metamorfosearte ¿serías...?
Águila, porque a cierta edad es capaz de cambiar plumas y pico. O Serpiente, porque puede cambiar de piel y sigue pululando tan campante.
3)¿La poesía sirve para algo?
Nada más para seguir viviendo. Sin la poesía, el lector está condenado a perderse esa parte pasional, axial en la existencia.
4)¿Cuáles son tus manías?
Verme demasiado adentro, morderme los labios y envenenarme (siempre legalmente).
5)Hombre ideal.
No existe. Sin embargo, en mi fantasía hollywoodense, sería Al Pacino. Éste es un hombre sumamente intrigante, con un gran sentido del humor, básico en mi lista de atributos masculinos.
6)Mujer ideal.
Yo. Jajaja. No, ya en serio, creo que cualquier mujer, sólo por el hecho de tener la capacidad de producir vida, ya es ideal. Admiro mucho a Julliete Binoche.
7)¿La amnesia sería la peor condena?
No. Siempre he luchado por darle al presente un sitio preponderante. Quien puede olvidar, anula un enorme trozo de angustia.
8)¿Amistosa o belicosa?
Mi tiempo belicoso fue tragado por los años. La amistad ahora es la más nutritiva de mis emociones.
9)Poetas de cabecera.
Clarice Lispector, Jorge Teillier, Alejandra Pizarnik, Antonio Gala, Sylvia Plath, Jorge Enrique Adoum, entre otros.
10)¿Tienes que conocer para luego escribir?
Conocer no, palpar con la mirada y escribir. Al decir “mirada”, me refiero a la onírica, a esa lente del corazón. Creo que jamás llegamos a conocer a nadie ni a nada por completo.
11)¿Cómo eliges tus títulos?
Si me preguntas, es porque apestan, jajaja. El título es la parte más difícil de la obra. Al menos para mí. Es lo último en que trabajo.
12)¿Crees en fantasmas?
Sí, claro. Vivo con varios bastante pirados. Algunos, te puedo decir, son muy crueles; otros son totalmente inofensivos, nada más andan aquí, suspendidos.
13)¿Te afecta la crítica?
Obviamente, pero no permito que ésta transforme mi oficio al grado tal de escribir como algunos quieren. Ya tengo suficiente con mi “persecuta” como para tomar a pecho la crítica de otros.
14)¿En un mundo perfecto dejarías la escritura?
No. Aunque quiera no puedo dejar de escribir. Además, el mundo jamás será perfecto… Necesito aprender a vivirlo así y desde ahí seguir escribiendo.
15)¿Escribes pensando en alguien?
Primero en mí y luego, a veces, en personajes, elementos o situaciones que trastocan mi vida.
16)¿La disciplina es un arma o un lastre?
Es un arma de doble filo. Por un lado corta y por el otro es una eficaz herramienta.
17)¿Te intriga la muerte?
Mucho más que si estuviera “viva”. Me obsesiona. Me asumo como un ser que en cualquier momento deja este plano y viaja a otro (de esto estoy segura). Entonces, debo confesar que todo lo desconocido me asusta.
18)¿El que ignora es más feliz?
Los que ignoran están menos atribulados. La felicidad no existe como tal. Son efímeros estados donde uno se siente pleno, vivo, pues.
19)¿Te han censurado?
No, nunca. Creo que soy demasiado “light”. Sin embargo he sido rechazada en algunas ocasiones. Ahora, hablando de autocensura, pues de nuevo ahí me tienes… nunca estoy conforme del todo.
20)¿La ciudad, el mar, el bosque o el desierto?
El mar y el desierto. Si están enamorados, mejor.
21)La que escribe y la que vive ¿son una misma persona?
Definitivamente no. Al escribir tengo que disociarme. Lo difícil es regresar a ser yo misma, la que cuida hijos, la que hace la comida, la que va al mercado, etcétera. Siempre tengo adentro ese apuntador literario al que tengo que callar cuando no tengo papel y pluma a la mano.
22)¿Agotas un tema antes de pasar a otro?
Lo intento, pero no siempre sucede. Hay demasiadas voces y en ocasiones no puedo soslayarlas. Estoy escribiendo sobre el amor, por ejemplo, y de pronto las campanas de una iglesia me llevan a cuestionarme el odio y el egoísmo. Así de loco.
23)Qué te dicen las palabras:
Tiempo: Alivio. Aprendizaje.
Imaginación: Magia del espíritu.
Madre: Ausencia.
Lengua: Daga. Estilete.
Impuestos: ¡Qué miedo!
24)¿Escribes narrativa en secreto?
Tan en secreto que no la escribo. Y si algún día la plasmé, siempre fue tras la óptica de la poesía. Ahora, precisamente, estoy trabajando en un libro de Poemas en Prosa.
25)Entre el deseo y la realidad ¿por cuál apuestas?
Por el deseo. El deseo es el combustible para seguir andando. Una vez que éste se realiza, el camino se detiene y hay que desear de nuevo, estar siempre impregnados de deseo.
(Ésta es una entrevista que salió publicada en el periódico La Roka)
1)¿Sospechas de alguien?
De mí misma. Me persigo todo el tiempo. Soy una auto-detective profesional. A veces me pierdo, pero sólo por unos momentos. Siempre me vuelvo a atrapar.
2)Si pudieras metamorfosearte ¿serías...?
Águila, porque a cierta edad es capaz de cambiar plumas y pico. O Serpiente, porque puede cambiar de piel y sigue pululando tan campante.
3)¿La poesía sirve para algo?
Nada más para seguir viviendo. Sin la poesía, el lector está condenado a perderse esa parte pasional, axial en la existencia.
4)¿Cuáles son tus manías?
Verme demasiado adentro, morderme los labios y envenenarme (siempre legalmente).
5)Hombre ideal.
No existe. Sin embargo, en mi fantasía hollywoodense, sería Al Pacino. Éste es un hombre sumamente intrigante, con un gran sentido del humor, básico en mi lista de atributos masculinos.
6)Mujer ideal.
Yo. Jajaja. No, ya en serio, creo que cualquier mujer, sólo por el hecho de tener la capacidad de producir vida, ya es ideal. Admiro mucho a Julliete Binoche.
7)¿La amnesia sería la peor condena?
No. Siempre he luchado por darle al presente un sitio preponderante. Quien puede olvidar, anula un enorme trozo de angustia.
8)¿Amistosa o belicosa?
Mi tiempo belicoso fue tragado por los años. La amistad ahora es la más nutritiva de mis emociones.
9)Poetas de cabecera.
Clarice Lispector, Jorge Teillier, Alejandra Pizarnik, Antonio Gala, Sylvia Plath, Jorge Enrique Adoum, entre otros.
10)¿Tienes que conocer para luego escribir?
Conocer no, palpar con la mirada y escribir. Al decir “mirada”, me refiero a la onírica, a esa lente del corazón. Creo que jamás llegamos a conocer a nadie ni a nada por completo.
11)¿Cómo eliges tus títulos?
Si me preguntas, es porque apestan, jajaja. El título es la parte más difícil de la obra. Al menos para mí. Es lo último en que trabajo.
12)¿Crees en fantasmas?
Sí, claro. Vivo con varios bastante pirados. Algunos, te puedo decir, son muy crueles; otros son totalmente inofensivos, nada más andan aquí, suspendidos.
13)¿Te afecta la crítica?
Obviamente, pero no permito que ésta transforme mi oficio al grado tal de escribir como algunos quieren. Ya tengo suficiente con mi “persecuta” como para tomar a pecho la crítica de otros.
14)¿En un mundo perfecto dejarías la escritura?
No. Aunque quiera no puedo dejar de escribir. Además, el mundo jamás será perfecto… Necesito aprender a vivirlo así y desde ahí seguir escribiendo.
15)¿Escribes pensando en alguien?
Primero en mí y luego, a veces, en personajes, elementos o situaciones que trastocan mi vida.
16)¿La disciplina es un arma o un lastre?
Es un arma de doble filo. Por un lado corta y por el otro es una eficaz herramienta.
17)¿Te intriga la muerte?
Mucho más que si estuviera “viva”. Me obsesiona. Me asumo como un ser que en cualquier momento deja este plano y viaja a otro (de esto estoy segura). Entonces, debo confesar que todo lo desconocido me asusta.
18)¿El que ignora es más feliz?
Los que ignoran están menos atribulados. La felicidad no existe como tal. Son efímeros estados donde uno se siente pleno, vivo, pues.
19)¿Te han censurado?
No, nunca. Creo que soy demasiado “light”. Sin embargo he sido rechazada en algunas ocasiones. Ahora, hablando de autocensura, pues de nuevo ahí me tienes… nunca estoy conforme del todo.
20)¿La ciudad, el mar, el bosque o el desierto?
El mar y el desierto. Si están enamorados, mejor.
21)La que escribe y la que vive ¿son una misma persona?
Definitivamente no. Al escribir tengo que disociarme. Lo difícil es regresar a ser yo misma, la que cuida hijos, la que hace la comida, la que va al mercado, etcétera. Siempre tengo adentro ese apuntador literario al que tengo que callar cuando no tengo papel y pluma a la mano.
22)¿Agotas un tema antes de pasar a otro?
Lo intento, pero no siempre sucede. Hay demasiadas voces y en ocasiones no puedo soslayarlas. Estoy escribiendo sobre el amor, por ejemplo, y de pronto las campanas de una iglesia me llevan a cuestionarme el odio y el egoísmo. Así de loco.
23)Qué te dicen las palabras:
Tiempo: Alivio. Aprendizaje.
Imaginación: Magia del espíritu.
Madre: Ausencia.
Lengua: Daga. Estilete.
Impuestos: ¡Qué miedo!
24)¿Escribes narrativa en secreto?
Tan en secreto que no la escribo. Y si algún día la plasmé, siempre fue tras la óptica de la poesía. Ahora, precisamente, estoy trabajando en un libro de Poemas en Prosa.
25)Entre el deseo y la realidad ¿por cuál apuestas?
Por el deseo. El deseo es el combustible para seguir andando. Una vez que éste se realiza, el camino se detiene y hay que desear de nuevo, estar siempre impregnados de deseo.
(Ésta es una entrevista que salió publicada en el periódico La Roka)
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